Campo de mi pueblo
dura y triste tierra,
por aquí busco el agua
donde lavar las penas.
Por los largos caminos
y las grises veredas.
Por los pequeños cerros
y las tupidas siembras.
Por los tristes olivos
y la alegre alameda…
va pasando mi vida
silenciosa, sin fuerza.
Y por amplios caminos,
por estrechas sendas,
por los pardos barbechos
y las pequeñas huertas
con mi cuerpo cansado
y mi alma sangrienta,
voy paseando solo..
Al acercarme al pueblo
a mi alma pregunto
por sus cuitas y penas.
Y las oigo en el fondo,
monótonas, eternas,
cual se oye la lluvia en el campo,
como el agua se oye en la acequia.