La guerra, el honor, el amor y la muerte a través del Romancero Castellano.
Hace muchos años que en un cine de barrio de Madrid vi la película Esplendor en la Hierba, en la que como introducción venían unos versos del poeta inglés William Wordsworth que me hicieron sentir una fuerte emoción, no solo al leerlos por primera vez en la pantalla, sino durante y después de la película. Tenía dieciséis años cuando por primera vez la vi, y de eso hace ya tanto tiempo. Podía haberla olvidado, o al menos la cita poética que, como introducción a la misma, se hacía al empezar antes de que aparecieran en escena sus personajes. No ha sido así, guardo intactos entre los pliegues de mi memoria los versos del poeta, a los que hacía mención, el director de la película Elia Kazan y todas las escenas de la obra. Y ahora al volver a los folios donde guardaba el trabajo del que vamos a hablar, que llevaban ya muchos años archivados, he vuelto a sentir la misma emoción que cuando los vi por primera vez. Estos versos continúan despertando en mi los mismos sentimientos, las mismas emociones.
Ahora, cuando tengo que contar el mismo o parecido relato que hice doce o quince años atrás, han vuelto a mi, envueltos entre los folios en que un día copié las notas para hablar de la guerra, el amor, el honor y la muerte, a través del Romancero Castellano. Como el paso de los años no les ha hecho perder vigencia a los versos que por primera vez, oí al empezar la película Esplendor en la Hierba, en aquel cine de barrio de Madrid, en los años cincuenta, es por lo que voy a empezar este relato con los mismos versos de entonces, al considerar que ahora los mismos versos, ante el mismo relato, siguen teniendo la misma vigencia.
Era un brillo intenso,
un fuerte resplandor
de pronto, todo se apagó.
Aunque ya nada pueda devolver
la hora del esplendor en la hierba,
y se pierda el aroma de las flores,
no os aflijáis, porque la belleza
perdura en el recuerdo.
Parafraseando estos versos, podríamos decir también, que aunque hace mucho tiempo que se extinguió el ruido de las batallas y los guerreros duermen bajo la tierra desde hace tanto, nos queda el recuerdo, idealizado y bello, de quienes protagonizaron estos hechos. Y más fuerte que el recuerdo de quienes protagonizaron la guerra, es el recuerdo de quienes protagonizaron aquellas vidas, de sus sentimientos, de sus emociones. El relato que vamos a hacer aquí no va a ser solo un relato dedicado a los vencedores, a los héroes, vamos a tratar de dar una visión de la vida de aquella época, basada en los relatos que nos dejaron los juglares, los cantautores de la Edad Media que supieron trasmitir en sus poemas, en sus canciones el fluir de la vida, de esa vida que, como diría un poeta, es la vida que corre, pasa y sueña.
Por eso vamos a intentar rebobinar la historia, vamos a intentar introducirnos en este mundo desaparecido, misterioso y mágico, del nacimiento del castellano y al mismo tiempo de la nación española. No quiero decir con esto que antes España no existiera, me refiero a la nación que surge con el esfuerzo de la Reconquista y que se hace en torno al pueblo castellano.
Lo vamos a hacer de la mano de los poetas, siguiendo unos hechos históricos, que son los que en mayor medida los motivan. Los poetas son cronistas del diario acontecer y al mismo tiempo inspiradores de la forma de actuar. El poeta busca con la palabra la estética de los actos. Cuando la realidad se queda corta y no es lo suficientemente bella, el poeta la modifica, la reinventa. El mundo del poeta es un mundo idealizado, un mundo irreal, un mundo de quimera, un mundo de sueño.
Hoy vamos a hablar de versos, vamos a hablar de los versos del Romancero Castellano, escritos por poetas a los que el tiempo ha borrado su nombre, no ha borrado su mensaje, que se ha ido trasmitiendo de unos a otros de generación en generación desde los albores del castellano hasta la aparición de la imprenta en el siglo XV. Desde entonces, estos poemas, estos romances, que se habían perpetuado de voz en voz a través de sucesivas generaciones, pasaron poco a poco a la imprenta, desde donde han llegado hasta nuestros días.
El diccionario dice, que el romance es una composición predominantemente narrativa, tradicionalmente anónima, con un número indeterminado de versos asonantados. De los poetas del Romancero se han perdido sus nombres, nos ha quedado la obra que de estos poetas guardó el pueblo.
Estos poetas anónimos, se acercaban a los castillos, a los pueblos, cantando a veces, recitando otras, bellas historias de guerra unas, de honor otras, y de amor y de muerte otras. Por eso podemos decir que estos poetas nos dejaron en sus poemas, la historia más triste, más real, más bella y mejor contada de la Reconquista. Los juglares fueron los cantautores de la Edad Media, que 1uego andando por los caminos, de posada en posada, de pueblo en pueblo, de castillo en castillo, nos fueron dejando, como ya hemos dicho, la historia de España mejor contada de aquellos turbulentos años.
A Atahualpa Yupanqui, poeta y cantautor argentino, tal vez el mejor cantautor del siglo XX en lengua castellana, en cierta ocasión y mientras asistía a una comida, a un asado en una hacienda argentina, después de haber estado interpretando con su guitarra y con su voz unos poemas musicalizados suyos, uno de los asistentes a aquella reunión le preguntó que cómo le gustaría pasar a la posterioridad, a lo que este contestó: Me gustaría pasar como los poetas del Romancero Castellano, una vez perdido, olvidado mi nombre, quisiera que mis poemas, mis canciones, perduren en el tiempo, como ha pasado con la obra de estos poetas anónimos del Romancero.
De la mano de estos olvidados poetas, siguiendo sus huellas, vamos a tratar de adentrarnos en la historia de España cuando se va a producir un hecho trascendente. Cuando una nueva religión, que se estaba extendiendo por el mundo llega a España. Cuando Mahoma predicó el Islam entre los árabes y con el Islam, la Guerra Santa, los árabes fanatizados ante la promesa del Paraíso que Mahoma les había prometido a los que defendiendo el Corán mueran en combate, y se lanzan a la conquista del mundo, como ya lo estaba haciendo la Iglesia católica. Y a través del norte de África, llegan a España y la conquistan. La causa principal de la conquista de España por los árabes, fue la llegada de una nueva religión, que como toda religión, el primer paso que da es fanatizar a sus seguidores y predicar la Guerra Santa, igual que otras muchas religiones habían hecho con anterioridad.
La conquista de España se justifica por una venganza y como a toda venganza la justifica una ofensa. Para vengar la ofensa que el rey de la España goda, Don Rodrigo, le hace al conde Don Julián, gobernador de Ceuta, al violar a su hija. Este llama a los árabes y en ocho años conquistan España. Ocho siglos tardarán los españoles en recobrar su libertad. Esta guerra dio lugar a muchas batallas, muchos hechos heroicos, muchas frustraciones, muchas traiciones, mucha esclavitud, muchas prisiones, y muchas venganzas y sobre todo muchas torturas y muchas muertes. No vamos a seguir paso a paso este largo periodo de la historia de España. Lo vamos a seguir a grandes pasos. Lo vamos a hacer basándonos en los testimonios que nos han dejado los juglares, los poetas anónimos que recorrían España con su hato al hombro, de pueblo en pueblo, de castillo en castillo y de posada en posada. Los poetas que fueron relatando sus vivencias, y que estas se fueran trasmitiendo de generación en generación, de padres a hijos y de boca a boca. De esta forma han podido llegar hasta nosotros.
Voy a tratar de hacer de este largo periodo de tiempo un relato corto, a sabiendas de las limitaciones que esto implica y lo voy a hacer basándome en el testimonio de estos poetas, de los que ya hemos hablado, de los que solo conocemos sus poemas, sus obras. Vamos a seguir el testimonio que nos dejaron a través de sus palabras. Y al mismo tiempo vamos a tratar de hacer una exposición, más o menos ordenada, en la que vamos a introducir algunos comentarios y algunas citas de otros autores que nos ayuden a ensartar un poco este relato.
Si la pérdida de España se debió a una venganza, vamos a empezar este relato con una historia en que se narran los motivos que dieron lugar a esta venganza. Para empezar lo vamos a hacer con los poemas que forman esta historia, tratando de no hacer este acto demasiado largo y pesado, vamos a hablar un poco de los romances que la forman.