Déjame pintor que pase.
Déjame que quiero verlos.
Quiero sentir en tus cuadros
lo que yo escribo en mis versos.
Quiero ver esos corrales
con los arbolillos dentro,
y la plaza abandonada
donde se juntan los viejos,
la calle larga y sin nadie
el corredor triste y viejo
y las mujeres que al sol
van cosiendo sus remiendos.
Quiero ver sendas y zarzas,
quiero ver caminos viejos
quiero ver las viejas tapias
que cercan el cementerio,
y los escuetos cipreses
que acompañan a los muertos.
Y bogaré por tus cuadros
hechos de colores viejos
llenos de luz y tristeza
llenos de angustia y misterio.
He llegado de casualidad a esta página, y me ha recordado mi infancia, y el cariño y bondad, que derramó en sus alumnos. Gracias Valentín