Paseando

En la luz otoñal

de esta acabada tarde,

van lentos los rebaños

en busca del sosiego,

de porches y corrales.

Los chopos del arroyo,

cual fila de gigantes,

van dejando las hojas

que en suave zigzaguear,

van al suelo a posarse.

Escuchando hacia el pueblo,

la campana que late.

De entre las chimeneas,

humos zigzagueantes

dibujan en el cielo

disparadas formas

y caprichos volátiles.

¡Qué solos los caminos!

ya no vienen gañanes.

Los cascos del caballo

vienen a recordarme

que como ellos, la vida,

terminado el camino

llegará a pararse.

Y la noche que llega,

con el frío, su amante.

¡Aligera caballo!

La hemos vuelto a perder.

¡Se ha perdido la tarde!

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