Canto rodado. Mi primer poema.
A mi hija Mari Carmen.
Decían en la antigua Grecia,
que a los poetas el primer
poema se lo daban los dioses.
Canto rodado, pequeño,
que no llegas a ser piedra.
Canto gastado y redondo
de tanto rozar la tierra.
En todos sitios estorbas,
de todos sitios te echan.
El labrador, no te quiere
y, al caminante molestas.
Y tú rodando y rodando…
sin que nadie te defienda.
Buscando tierra de nadie
para que no te echen fuera.
Y al mismo tiempo que ruedas,
vas dando tumbos y tumbos,
y te vas haciendo tierra,
te vas haciendo pequeño,
¡y te va ahogando la pena!