Gris está la tarde,
gris se ve la tierra,
grises son las nubes
y grises las penas.
En la tarde gris,
hasta mi ventana
la lluvia se acerca.
Y en esta penumbra
(paredes y rejas)
siento yo a la muerte,
que me ronda cerca.
Y la siento gris,
y la veo negra.
Ya la oigo acercarse.
Despacio se aleja.
Ante tanto gris
mi alma se inquieta
y a mí me pregunto:
¿Qué es lo que me pasa?
Hoy, que es primavera,
veo gris la tarde,
veo gris la tierra,
y siento a la muerte
que me ronda cerca.
Preocupadoo y solo
miro yo a mi alma
callada, serena,
en el gris perdida,
en lo gris inmersa.
Sin que nada me dé
alguna respuesta,
sigo yo esperando,
hoy, que es primavera,
en la tarde gris,
¡A la muerte negra!