Su autoridad, patriarcal,
su filosofía… simplista,
y su moral… egoísta.
Su vida sin gran quehacer,
amistad, no la concibe.
lo demas…
guerra, caza, y los hechos
qué oyó contar en tertulia,
ya que leer, nunca lee,
escribe, sólo a sus hijos,
ama sólo a su mujer.
La ley…
con un puntapié la obsequia,
cuando de caza se trata,
y sin embargo la trata
como a matrona intocable,
cuando de autoridad hable,
y de propiedad también.
Su pasión, el chocolate.
Con él, sí que se recrea.
Le da vueltas, lo menea,
y con parsimonia suma,
va llenando, una tras una,
las tazas, que engulle
con gran placer.
Y enfurecido se muestra,
si celebrando una fiesta,
con sus sobrinos se encuentra,
en su casa armando gresca.